Naturaleza

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jueves, 4 de noviembre de 2010

Sintoniza con tu ángel de la guarda



Tu ángel está siempre junto a ti para ayudarte en todo, más que nada cuando corres peligro o realmente necesitas algo. No interviene siempre en todo porque respeta tu libre albedrío. Es por eso que SIEMPRE debes pedirle cuando deseas que intervenga en algo.

En esta ocasión quiero compartir contigo un ejercicio que sirve para sintonizar o contactar con tu ángel guardián...

1- Elige un lugar agradable y ponte cómodo, cierra los ojos y a medida que lo haces te relajas.

2- Una vez logrado esto, elevas tu conciencia, inhalas y exhalas mesuradamente con ritmo parejo y al mismo tiempo sientes quietud y encanto. Pones tus manos sobre el corazón y sientes su latir; es tu pulso vital, disfruta, siéntete uno con DIOS.

3- Imagina ahora que desde el cosmos llega a ti una luz dorada intensa, que te cubre desde la cabeza a los pies, dándote brillo y esplendor. Eres luz dorada.

4- Pide a tu ángel de la guarda que te acaricie, que te abrace, siente su sutil presencia, su calor, su gracia. Pídele guía para tu camino y asistencia permanente. Ofrecele transitar junto a el tu vida. Dialoga con el, conoce su nombre, su voz, su perfume y disfruta.

5- Cuando sientas esa comunión con tu ángel y hayas terminado el dialogo, dices mentalmente "ME SIENTO TOTALMENTE PROTEGIDO Y EN EXCELENTE ESTADO DE SALUD"

Agradeces y agradeces la gran oportunidad que te brinda el universo de existir.

6- Estas relajado y feliz, suavemente reconoces tu cuerpo comenzando por los pies en forma ascendente, cuando llegues a la cabeza te conectas nuevamente en forma conciente con tu respiración y lentamente te dispones a abrir los parpados.

Has estado en contacto con tu Ángel de la Guarda. El estará presente cuando sea necesario y siempre con los mejores fines en su Gracia Divina.

Cuanto más palpable sea la presencia de tu ángel, más fuerte se torna el conducto para que el comparta su energía contigo.

Puedes pedir a tu argel ayuda cuando lo desees, el siempre estará disponible para ti.

Fuente: Argente, J (1996) El Poder Curativo de la Oración. Imprenta Lux. Argentina

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